miércoles, 25 de noviembre de 2009

El publicista y el ciego, reflexiones sobre la publicidad



Había un ciego sentado en un andén del metro de París, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera escrito con tiza blanca: "Por favor, ayúdenme, soy ciego".
Un publicista que por allí pasaba se paró y vio unas pocas monedas en la gorra; sin pedir permiso cogió el letrero, le dio la vuelta, cogió la tiza, escribió algo, volvió a colocar el pedazo de madera a los pies del ciego y se fue.
Al caer la tarde, el publicista volvió a pasar por donde estaba el ciego. Su gorra ahora estaba llena de monedas. El ciego, que reconoció al publicista por las pisadas, le preguntó si había sido él quien reescribió el letrero, sobre todo queriendo saber lo que había escrito. El publicista respondió: "Nada que no estuviera de acuerdo con su anuncio, pero con otras palabras". Y sonriendo, continuó su camino. El ciego nunca supo lo que estaba escrito, pero su nuevo letrero decía: "HOY ES PRIMAVERA EN PARIS Y YO NO PUEDO VERLA".

Siempre es bueno cambiar de estrategia cuando nada nos sucede.

Me ha parecido una historia bastante tierna. Y aunque pueda parecer una comparación un tanto hosca, creo que refleja perfectamente lo que es la publicidad. No sólo podríamos hablar de eslogans y de su relevancia en la notoriedad y trascendencia de una marca, sino que también expresa una capacidad humana, sea cual sea su ámbito. Si una estrategia no te funciona, cámbiala. Y esto es lo que hace (casi siempre) la publicidad. Si un anuncio, campaña, etc. no funciona, se pasa a otra.

Algunas veces lo hacemos, otras nos rendimos, unas se puede conseguir, y otras no, pero está claro que el publicista de la historia lo ha conseguido gloriosamente.

Así que como dicen, "la perseverancia es la clave del éxito", una buena frase para empezar la semana.

Buenas vibraciones a todos desde Immersion.

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